Diseño emocionalmente duradero, un reto que involucra ambos enfoques: lo afectivo y lo sostenible.
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Resumen
Frente al estado de emergencia planetaria por la actual situación medioambiental, se requieren comportamientos responsables, tanto de los gobiernos como de las personas. El consumo desmedido de bienes conduce a un agresivo impacto ambiental que se refleja en el creciente agotamiento de recursos naturales y de residuos contaminantes.
El diseño, como profesión, ha abrazado desde siempre los preceptos del desarrollo sostenible, participando con estrategias concretas en cada fase del ciclo de vida del producto. En este trabajo se presenta otra alternativa mediante la cual el diseño puede contribuir a la sostenibilidad: el diseño emocionalmente duradero (DED).
A partir de la generación de relaciones duraderas entre las personas y los productos, el DED pretende alargar el tiempo de vida útil de los mismos y posponer el momento de su eliminación o reemplazo. De esa manera se contribuye a reducir la generación de desechos y de nuevos productos.
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