En el año 2022 las universidades cubanas han estado en el epicentro de los esfuerzos por vincular ciencias, tecnologías e innovación en aras de encontrar soluciones a los problemas de la sociedad.

Para el Instituto Superior de Diseño (Isdi), en especial el Centro de Estudios de Diseño (Cedi), ha sido también un año de desarrollo de comunidades de aprendizaje y saberes compartidos entre diseñadores-docentes, devenidos investigadores, con desempeños valiosos y metas alcanzadas.

La investigación y doctorado en Diseño dejó de ser la expresión de una necesidad no resuelta o esnobismo temporal.[1]

Consecuente con la estrategia de formación de doctores en diseño, iniciada en 2016 y refrendada por la Comisión Nacional de Grados Científicos (CNGC) de la República de Cuba,[2] solo en el presente año se han defendido con éxito tres tesis de doctorado relacionadas con este tema, a saber:

· Modelo de evaluación de la calidad del diseño de comunicación visual del software de gestión empresarial, desarrollado en organizaciones productoras de software de Cuba, de la ya Dr.C. Yamilet Pino Nicó.

· Modelo de evaluación del diseño de producto como instrumento de la gestión ambiental, de la MSc. Arianet Valdivia Mesa, defendida con éxito y en proceso de otorgamiento del título correspondiente.

· Requisitos ergonómicos cognitivos a considerarse en el diseño de interfaces de usuario orientadas a adultos mayores cubanos con autonomía y validismo, de la MSc. Milvia Pérez Pérez, defendida con éxito y en proceso de otorgamiento del título correspondiente.

Dichos especialistas constituyen inequívocamente parte esencial del “motor de arranque”, la avanzada de los especialistas de alto nivel para dirigir las líneas, grupos y proyectos de investigación en el Isdi.

Estas investigaciones han permitido el trabajo multidisciplinario y transdisciplinario; la participación en redes científicas y académicas como la Red de investigadores en Diseño y la Red de gestión universitaria (RED-DEES); y la colaboración interinstitucional, nacional e internacional, como lo demuestran los vínculos con la Oficina Nacional de Diseño (Ondi), el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), el Instituto de Neurociencias, así como con universidades nacionales y extranjeras.

El próximo año 2023 se vislumbra prometedor, pues deberán defenderse cuatro tesis (para el 2024 hay previstas ocho), al tiempo que se iniciará el Programa de formación doctoral en Ciencias del Diseño, con un alcance nacional y abierto a doctorados extranjeros.

[2] Acuerdo 21.440.16 de la CNGC de la República de Cuba: Aprobar para las tesis de doctorado vinculadas con el diseño.