Título: Diseño con base en la
educación para el desarrollo sostenible.
Autora: Dra. Laura Silvia Iñigo Dehud
Introducción
Es necesario estar conscientes de los problemas
actuales, recordando que existe una interdependencia ecosistémica
entre los seres humanos, el medio ambiente y el pensamiento, así como entre el
sujeto y el contexto, entre el educador y el educado, entre el ser y el
convivir.
En el caso específico del proceso de
enseñanza-aprendizaje del Diseño, los estudiantes además de aprender a hacer y aprender a conocer, tienen que aprender
a ser y aprender a convivir, ya
que no se puede seguir trabajando con propuestas didácticas apoyadas en
pensamientos reduccionistas y metodologías que fragmentan la realidad y el
conocimiento.
La educación para el desarrollo sostenible (EDS) surgió de la necesidad
de que la educación abordara los crecientes desafíos relacionados con la
sostenibilidad. La EDS emplea una pedagogía innovadora y orientada a la acción
para que los educandos puedan desarrollar el conocimiento y la conciencia
necesarios y llevar adelante acciones para transformar la sociedad actual en
una sociedad más sostenible (UNESCO, 2020).
El desarrollo sostenible y la transdisciplinariedad, nutridas por la complejidad, exigen
que se creen ambientes y contextos de aprendizaje más dinámicos y flexibles. La
creación de ecosistemas educacionales en los cuales predominen la solidaridad,
la ética, la generosidad, el compañerismo, el diálogo en la búsqueda constante
de soluciones a los conflictos emergentes, así como el respeto por las
diferencias y el reconocimiento de la diversidad cultural (Moraes,
2010).
Paralelamente a lo anterior, es imprescindible
también que se enseñe el Diseño sustentable y sostenible que son importantes
para la vida diaria y que, sin duda, tanto en el Diseño arquitectónico, como el
industrial, gráfico, de medios, o de moda, son primordiales en el
desarrollo de las comunidades.
Por ello, es fundamental que en el proceso de enseñanza-aprendizaje
del Diseño se incorpore transversalmente, dentro de los mapas curriculares, el
razonamiento crítico, el pensamiento sistémico, la transdiciplinariedad,
la ética y los valores, ya que el diseño con base en el desarrollo sostenible
busca desarrollar productos de manera más estructurada, racionada y holística
con el fin de solucionar necesidades reales dentro del marco de la sostenibilidad
a través un consumo más racional de recursos.
Desarrollo
Todo ser humano vive en una sociedad que es la
organización de individuos, la cual a través de la comunicación y la educación propicia
la cultura que es su modo de comportamiento y éste se da a través del
aprendizaje de normas y valores, entre otros.
Con la Revolución Industrial, que fue el
proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la
segunda mitad del siglo XVIII en el Reino de Gran Bretaña, que se extendió unas
décadas después a gran parte de Europa Occidental y América Anglosajona, y que
concluyó entre 1820 y 1840, hubo grandes transformaciones económicas,
tecnológicas y sociales y se pasó de una economía rural basada fundamentalmente
en la agricultura y el comercio, a una economía de carácter urbano,
industrializada y mecanizada.
Debido a las transformaciones derivadas de la Revolución
Industrial hubo varias consecuencias; entre ellas, se pueden mencionar: a) Demográficas:
traspaso de la población del campo a la ciudad (éxodo rural); b) Económicas: producción en serie, por lo
tanto se desarrolló el capitalismo con la aparición de grandes empresas lo que
ocasionó intercambios desiguales; c) Sociales: surge el proletariado; y d) Ambientales:
deterioro del ambiente y degradación del paisaje, así como la explotación
irracional de la tierra.
Dicha Revolución no solo ocasionó una
trasformación tecnológica y económica, sino también social y cultural. El
trabajo del obrero o proletariado pasó de ser un trabajo artesanal y creativo a
uno monótono, desgastante y poco remunerado. Por otra parte, como los padres
debían ir a trabajar de obreros en las industrias, la educación queda en manos
de los Estados Nación y surgen entonces las Instituciones Educativas, por lo
que la pedagogía se irguió como una ciencia que buscaba innovar la metodología
para enseñar a numerosos grupos populares.
A partir de lo anterior, una de las mayores
innovaciones educativas del siglo XIX fue reglamentar la gradación de la
educación, desde Preescolar hasta la Universidad, es decir, lo que actualmente
conocemos como: Educación básica, Educación media superior y Educación
superior. En cada nivel se fragmentó el aprendizaje, en la Educación Básica lo
importante es el aprendizaje de la lengua, del pensamiento lógico matemático y las
ciencias naturales. En la Educación Media Superior el objetivo es formar
estudiantes con las competencias necesarias para acceder a estudios superiores
y/o al mercado laboral, desarrollando habilidades de investigación,
comunicación y pensamiento crítico. Y así en cada nivel educativo se fragmenta
más el aprendizaje y se van enseñando diversas disciplinas o especializando más
el conocimiento hasta llegar a la Educación Superior, cuyo objetivo se orienta
a la formación de profesionales capacitados para el trabajo en un área
específica.
Posteriormente, a lo largo de la historia y
sobre todo en el siglo XX, debido a la preocupación del aprendizaje, se
desarrollaron diversas teorías sobre el conocimiento, las cuales ahora se
conocen como Teorías Psicopedagógicas para tratar de mejorar y resolver los
problemas educativos, por ejemplo: las conductistas, las psicogenéticas, las socioculturales,
las de aprendizaje significativo y las de inteligencias múltiples, entre otras. Hasta el más reciente enfoque por Competencias,
el cual se desarrolló principalmente por la Primera y Segunda Guerra Mundial y
el advenimiento de un mundo cambiante y complejo, por lo que era importante que
las nuevas generaciones tuvieran las capacidades o habilidades para resolver
los problemas emergentes.
A partir de allí, en 1996, la Comisión
Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, presidida por Jaques Delors, presentó ante la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, conocida abreviadamente como
UNESCO, el informe titulado La educación encierra un tesoro en el cual
se proponen cuatro pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a
hacer, aprender a convivir y aprender a ser, mismas que se mencionan
brevemente:
·
Aprender a conocer: se refiere a la capacidad para apropiarse del
conocimiento de manera responsable y consciente. Significa enseñar a
construir el conocimiento para seguir aprendiendo toda la vida, se pueda
adquirir una postura crítica respecto al saber y orientar el pensamiento hacia
los valores trascendentes. Se trata de enseñar a pensar.
·
Aprender a hacer: alude a enseñar
las técnicas, con sentido ético y práctico, de modo que las nuevas
generaciones puedan construir las propias y desarrollar otras. Este pilar se
relaciona con el trabajo, con el compromiso, con el mejoramiento de la sociedad
en relación con sus actividades de subsistencia. Es tener las habilidades para
aplicar el conocimiento en la solución de problemas de la vida diaria.
·
Aprender a convivir: es la capacidad
para comprender a otras personas, saber manejar conflictos y promover valores
para la paz. Es educar en función de la armonía en el descubrimiento del
otro, y en un sentido profundo de comunidad que permita resolver las
diferencias de una manera civilizada, responsable y sobre todo ética.
·
Aprender a ser: se refiere al
respeto por la personalidad de cada individuo y la libertad para expresar sus
emociones, sentimientos y valores. De ese modo, se debe trascender del sentido
utilitario de la educación, a formar individuos dotados de un sentido de
pertenencia, de justicia y de trascendencia.
Estos cuatro pilares son
interdependientes y forman un único aprendizaje, que dirige al ser humano a la
construcción de conocimientos, habilidades, la capacidad de discernir, actuar y
evaluar de una manera amplia e integral. Y es a través de estos cuatro pilares que
se logra “aprender a aprender” a lo largo de toda la vida (Delors,
1996).
Por otra parte, también se ha propuesto como
principio epistemológico, la Transdisciplinariedad, que
nos ayuda a sobrepasar las barreras disciplinares para entender mejor lo que
está más allá de los límites establecidos. Se propone entonces, no fragmentar el
conocimiento en disciplinas, dividiendo el saber y la realidad, sino en el
trabajo entre las disciplinas o la transdisciplina, para
no ver solo una parte sino el todo. Esto debido a que cada vez el ser humano
está más separado de lo que lo rodea.
Por ello, el principio o enfoque de la transdisciplinariedad, exige que los docentes promuevan
ambientes y contextos de aprendizaje dinámicos y flexibles, cooperativos y
solidarios, en los cuales predominen la ética, la generosidad, el compañerismo
y el diálogo en la búsqueda de soluciones a los conflictos emergentes, así como
el respeto por las diferencias y la diversidad cultural. Esto implica el
desarrollo de prácticas educativas que mejoren la reflexión de los estudiantes,
que desarrollen su autoconocimiento, así como la capacidad de interiorización y
facilitar los procesos de construcción de conocimiento, relacionados con el
desarrollo humano (Moraes, 2010).
Por otra parte, en años recientes se habla sobre
todo de la sostenibilidad que, según el Informe de Brundtland,
la definió como “el desarrollo que
satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de
generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”. Y consiste en tres
dimensiones: sostenibilidad ambiental, social y económica, contraponiendo el
problema de la degradación ambiental que tan frecuentemente acompaña el
crecimiento económico y, al mismo tiempo, la necesidad de ese crecimiento para
aliviar la pobreza (Brundtland, 1987).
Para la propia supervivencia, se debe aprender
a vivir juntos de forma sostenible y cambiar la forma en que se piensa y actúa
como individuos y sociedades. Por lo tanto, la educación requiere un cambio a
fin de crear un mundo pacífico y sostenible para la supervivencia y la
prosperidad de las generaciones presentes y futuras.
La educación para el desarrollo sostenible (EDS)
surgió de la necesidad de que la educación abordara los crecientes desafíos
relacionados con la sostenibilidad. La EDS emplea una pedagogía innovadora y
orientada a la acción para que las y los educandos puedan desarrollar el
conocimiento y la conciencia necesarios y llevar adelante acciones para
transformar la sociedad actual en una sociedad más sostenible (Gianni, UNESCO,
2020, p.iii).
Por ello, en este caso en específico, es
fundamental que las instituciones de la
enseñanza del Diseño estén en consonancia con los principios del desarrollo
sostenible; que los docentes empleen pedagogías innovadoras para que el
estudiantado se convierta en agentes de cambio; y que los estudiantes adquieran
los conocimientos, las habilidades, los valores y las actitudes necesarias para
promover la sostenibilidad y que se incorpore transversalmente, dentro de los
contenidos curriculares, el razonamiento crítico, el pensamiento sistémico y la
transdisciplina, para que se realice diseño
sustentable y sostenible que desarrolle productos de manera más estructurada,
racionada y holística con el fin de solucionar necesidades reales dentro del
marco de la sostenibilidad a través de un consumo más racional de recursos.
Es imperioso que el Diseño vuelva a la idea de
que resuelva problemas y genere soluciones que duren el mayor tiempo posible y
acabar con la cultura de usar y tirar tan presente en nuestra sociedad actual.
Asimismo, los jóvenes son un importante grupo de consumidores y la forma en que
cambien sus hábitos de consumo influirá en la trayectoria de la sostenibilidad
de sus países y del mundo.
Es necesario que los diseñadores comprendan la gran responsabilidad
social que adquieren al asumir decisiones de manera consciente como:
· Diseñar para la reutilización y la
perdurabilidad de los productos.
· Utilizar materiales reciclados y no tóxicos.
· Disminuir al mínimo materiales desechables.
· Elegir proveedores que utilicen energía
renovable y respetuosa con el medio ambiente.
· Educar al consumidor acerca del ciclo de vida
a través del mensaje y el marketing (Ponce de León, 2020).
Para finalizar, es importante tener presente
lo que Vicky Lofthouse y Tracy Bhamra,
en Toolbox for the sustainable design education 2004,
(citado en Victoria, Santamaría y Rubio, 2015) consideran como algunos de los
grandes temas u objetivos de aprendizaje a considerar:
·
Conocer las diferentes definiciones de sustentabilidad
y sostenibilidad
·
Conocer los conceptos básicos del desarrollo
sustentable y sostenible.
·
Entender el pensamiento sistémico y su aplicación en
el diseño.
·
Comprender las motivaciones sociales, comerciales,
institucionales y legislativas para la implementación del desarrollo sostenible.
·
Entender el concepto de diseño sustentable y su
existencia en un contexto industrial y comercial.
Conclusiones
1)
Los procesos de
enseñanza-aprendizaje del Diseño, requieren un cambio ya que no se puede seguir
trabajando con propuestas reduccionistas y metodologías que fragmentan la
realidad y el conocimiento.
2)
El desarrollo
sostenible y la transdisciplinariedad, exigen que se
creen ambientes y contextos de aprendizaje dinámicos y flexibles, en los cuales
predominen la solidaridad, la ética, la generosidad, el compañerismo, el
diálogo en la búsqueda constante de soluciones a los conflictos emergentes.
3)
Es fundamental que
se incorpore transversalmente dentro de los mapas curriculares de la enseñanza
del Diseño el razonamiento crítico, el pensamiento sistémico, la transdiciplinariedad, la ética y los valores, para
desarrollar productos de manera racionada y holística para solucionar necesidades
dentro del marco de la sostenibilidad.
4)
Las instituciones
de la enseñanza del Diseño deben estar en consonancia con los principios del
desarrollo sostenible, para que los docentes empleen pedagogías innovadoras y
los estudiantes se conviertan en agentes de cambio y adquieran los
conocimientos, las habilidades, los valores y las actitudes necesarias para
promover la sostenibilidad.
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(2020). Education for sustainable development: a roadmap
Publicado por la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
París, Francia.